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Más Allá del Techo

  • Foto del escritor: Grupo Inv. Gestión Infraestructura y Planeamiento Sost.- Depto OO.CC.
    Grupo Inv. Gestión Infraestructura y Planeamiento Sost.- Depto OO.CC.
  • 4 nov
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 5 nov

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Transformando la Vivienda Social en Chile: Cuando las Casas Construyen Comunidades


Imagínese por un momento que le entregan las llaves de su nuevo hogar, pero al abrir la puerta descubre que no solo recibió  cuatro paredes y un techo, sino también la llave hacia una vida mejor. Esta no es una fantasía, sino la visión que impulsa una revolución silenciosa en la vivienda social chilena, donde investigadores de la Universidad de La Frontera están redefiniendo lo que significa "hogar" para las familias más vulnerables del país.


El Problema de los "Guetos Verticales"


Durante décadas, Chile ha construido vivienda social como si fuera una fábrica de refugios: rápido, barato y en cantidad. El resultado son esos imponentes bloques de departamentos que se alzan como gigantes de cemento en las periferias de nuestras


ciudades. Los investigadores los llaman "guetos verticales", pero las familias que viven ahí tienen nombres más crudos para describirlos.


"Es como si nos hubieran dado una caja para guardar personas, pero se olvidaron de que somos seres humanos con sueños, necesidades y esperanzas", cuenta María, una madre de tres hijos que vive en un conjunto habitacional de La Pintana."


El problema no es exclusivo de Chile. Desde Villa 31 en Buenos Aires hasta Ciudad Neza en México, Latinoamérica está plagada de estos experimentos sociales fallidos donde se concentra la pobreza en lugar de combatirla. En Chile, la Región de La Araucanía presenta el panorama más dramático: el 37% de su población vive en condiciones de pobreza multidimensional relacionada con la vivienda, superando a todas las demás regiones del país.


La Revolución del Pensamiento Social


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Pero un equipo de investigadores del GIPTs - UFRO decidió hacer algo diferente: en lugar de seguir construyendo casas para pobres, comenzaron a diseñar hogares para personas. Su revolucionario estudio, que involucró a 188 profesionales del sector habitacional, identificó los diez elementos clave que transforman una simple construcción en un verdadero hogar sostenible.




El Poder de la Participación


Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es el papel fundamental de los comités de vivienda. Estos grupos de vecinos organizados no son solo intermediarios burocráticos; son los arquitectos sociales de sus propias comunidades. Como explica el estudio, cuando un comité funciona bien, se convierte en el motor que impulsa mejoras en todo el barrio.


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Resultados que Transforman Vidas


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El modelo desarrollado por los investigadores fue puesto a prueba en cinco proyectos habitacionales de La Araucanía, y los resultados hablan por sí solos. El proyecto mejor evaluado, ubicado en Lautaro, alcanzó un 73% de contribución social, muy por encima de los estándares internacionales tradicionales como ENVISION (33%) o el sistema de certificación chileno CVS (53%).


¿Qué significa esto en términos prácticos? Significa familias que ahorran dinero en transporte porque sus casas están bien conectadas. Significa niños que crecen en barrios seguros con espacios para jugar. Significa madres que no tienen que elegir entre pagar las cuentas de luz o comprar comida, porque sus casas están diseñadas para ser eficientes energéticamente.


Más Que Ladrillos y Cemento


El estudio revela algo que suena obvio pero que rara vez se aplica: las casas no existen en el vacío. Están conectadas con escuelas, consultorios, trabajos y, sobre todo, con otras familias. Cuando se diseña pensando en estas conexiones, ocurren pequeños milagros cotidianos.


Por ejemplo, en Nueva Imperial, un proyecto habitacional incluye no solo casas adaptadas para personas con discapacidad, sino también espacios recreativos donde los niños del barrio pueden jugar juntos, independientemente de sus capacidades. En Galvarino, las áreas verdes no son solo decoración: son espacios donde las familias mapuche pueden mantener sus tradiciones culturales


El mensaje es claro: cuando dejamos de construir casas para pobres y comenzamos a crear hogares para personas, no solo transformamos barrios. Transformamos vidas, construimos comunidades y, paso a paso, edificamos un país más justo para todos.


También puedes revisar el trabajo original en:




 
 
 

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Francisco Salazar 1145, Universidad de la Frontera - Departamento de Obras Civiles. 

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